Es bien sabida la importancia de la música como elemento sensorial, la cual otorga, a diferencia de otros tipos de arte, una serie de características que mejoran el momento y el contexto. La cerveza no iba a ser una excepción: la American Society of Brewing Chemist aseguraba en un estudio la influencia positiva que causaban las vibraciones y ondas acústicas en el proceso de fermentación de esta, indicando que dependiendo del tipo de cerveza que se quería conseguir, las ondas y vibraciones actuaban de distinta manera: más alto y en periodos muy cortos de tiempo para algunas o con unas sutiles vibraciones más prolongadas.
Es por ello por lo que decidimos hacernos la siguiente pregunta: si la musicalidad influye en la elaboración de la cerveza dependiendo de su tipo, ¿qué deberíamos escuchar con cada ejemplar?
- La Pale Lager una cerveza de estas características se disfruta mejor con un pop/rock alegre que exprese el disfrute del momento.
- La I.P.A., por su parte, se caracteriza por su color pálido y un alto contenido en alcohol y lúpulo, lo que le otorga un sabor característico. Nada mejor que un buen Indie para sumergirte en ella.
- El estilo Mild Ale tiene una cantidad reducida de lúpulo y su característica principal es que se suele servir a media temperatura. Es un tipo de elaboración ligada a la clase obrera británica y, por tanto, nada encaja mejor que un Punk/Rock.
- El Old Ale es la contrapartida: un proceso de elaboración duradero en el que ésta se deja reposar durante un año para conseguir sabores ácidos. Entendemos que se disfrutaría mejor con un tipo de música minimalista.
- Por último, la más oscura de todas, la Stout caracterizada por su sabor amargo. Lo más adecuado sería disfrutarla con un Irish folk-rock.
En definitiva, la combinación cerveza-música, con moderación, es un dúo que te puede transportar. Todo ello en tu paladar y en tus oídos, porque no olvidemos que los mayores placeres de esta vida son sensoriales.